Los padres generalmente notan signos en los dos primeros años de vida de su hijo. Estos generalmente se desarrollan gradualmente, pero algunos niños con autismo alcanzan sus hitos del desarrollo a un ritmo normal y luego sufren regresión.
El recorrido consistió en conocer las instalaciones y los métodos por medio los cuales las terapeutas integran a los niños por medio de imágenes que van relacionando y que los va haciendo más familiares a la vida cotidiana y que los acerca a una sociabilización en escuelas, supermercados, bancos y en pocas palabras a una vida cotidiana.
En el recorrido todos los integrantes de Riff111, se acercaron a los niños, con quienes convivieron en sus salones de clases, sus espacios de recreo y hasta los retaron a echar carreras corriendo alrededor del arenero que esta al centro del jardín.
Al final del recorrido, en platica con la terapeuta Gabriela Reyes, los integrantes del equipo hicieron preguntas acerca del desarrollo de los niños, el trabajo con los padres y en general de la vida cotidiana en el centro, todos comentaron que el trabajo que ahí se realiza fue digno de admiración y que las voluntarias, que son ayudantes de las terapeutas, que no cobran un solo peso, por estar ahí, esa es una labor sorprendente.
A voz de los integrantes del equipo Riff111 lo más placentero de la visita fue el haber conocido a los niños.
